Viajar es uno de los condimentos de la vida, ya que nos permite escapar de la rutina diaria y crear una serie de recuerdos que nos acompañarán toda la vida. Y aunque nuestro querido planeta ofrece innumerables aventuras a los entusiastas de los viajes, hoy les presentamos un top 5 de los viajes más épicos que uno debería hacer en la vida.
1. DE LAS CATARATAS VICTORIA A CIUDAD DEL CABO (SUDÁFRICA)
Viajar desde las imponentes cataratas Victoria hasta la Ciudad Madre de Sudáfrica es un viaje épico por Namibia, Botsuana y Zimbabue, que abarca todos los lugares más destacados del sur de África.
Practicarás senderismo en el cañón del río Fish, observarás la fauna salvaje en el Parque Nacional de Etosha, seguirás la pista de depredadores en el delta del Okavango (donde le esperan lujosos e incomparables alojamientos de safari), contemplarás la salida del sol sobre las dunas más altas del mundo en Sossusvlei, en el desierto del Namib, y te dejarás rociar por la mayor lámina de agua del mundo en las cataratas Victoria.
Por último, pondrá fin a su viaje en la ciudad más bella del mundo, Ciudad del Cabo, con sus impresionantes playas, hermosas montañas, apetecibles viñedos, espectaculares paseos en coche y montones de bares de moda y restaurantes de alta cocina.
2. NUEVA ZELANDA Y TAHITÍ (PACÍFICO SUR)
Bilbo Bolsón y la Tierra Media de Tolkien cobrarán vida cuando viaje por los magníficos paisajes de Nueva Zelanda. La posición del país sobre dos placas tectónicas crea una activa actividad geotérmica en la Isla Norte, con piscinas de agua caliente, barro burbujeante, géiseres chorreantes y fuerzas volcánicas. Con paisajes aún más espectaculares, la Isla Sur de Nueva Zelanda alberga los majestuosos Alpes del Sur, sonidos apacibles, costas escarpadas y extensas llanuras.
Aunque resulte doloroso abandonar la Tierra Media, la más mítica de todas las islas del Pacífico, Bora Bora, le espera a 5 horas de vuelo indirecto desde Auckland. Una estancia en una villa ultralujosa sobre pilotes en la idílica laguna de Bora Bora le dejará recuerdos para toda la vida.
3. PATAGONIA, DESIERTO DE ATACAMA Y CATARATAS DE IGUAZÚ (AMÉRICA DEL SUR)
La Patagonia es una región poco poblada situada en el extremo sur de Sudamérica, compartida por Argentina y Chile. Aquí podrá admirar el glaciar Perito Moreno desde un barco, hacer senderismo por el surrealista paisaje montañoso de El Chaltén y dejarse sorprender por la belleza incomparable de Torres del Dolor, el paraje natural más virgen de Sudamérica.
No puede haber mayor contraste que con el desolado desierto de Atacama, en el norte de Chile, a poca distancia en avión de la Patagonia. Con sus profundos cañones, altas estepas e imponentes montañas de los Andes, es un paraíso para fotógrafos, amantes de la naturaleza y viajeros activos. Termina tu viaje en las cataratas del Iguazú, en la frontera entre Argentina y Brasil, donde podrá acercarse a 275 estruendosas cascadas.
4. PARQUES NACIONALES DE EE.UU.
El Oeste de Estados Unidos alberga una serie de magníficos Parques Nacionales. Comience su viaje en Yosemite, con sus vertiginosas cúpulas de granito, altísimas cascadas y los árboles más altos de la tierra. Tras atravesar el desolado Valle de la Muerte, se quedará sin aliento al contemplar el espectacular Gran Cañón, aunque los cercanos Zion y Bryce Canyon son al menos igual de impresionantes.
Su siguiente parada es el corazón de los espacios naturales más indómitos de EE.UU.: Grand Teton y Yellowstone, donde podrá contemplar géiseres chorreantes, caminar a la sombra de ásperos picos montañosos y observar bisontes y lobos campando a sus anchas por los valles. Aunque un poco alejado, termine su viaje en Glacier, nuestro Parque Nacional favorito, que ofrece increíbles oportunidades para practicar senderismo, así como las mejores posibilidades de avistar osos pardos en libertad.
5. LA GRAN MIGRACIÓN, EL MONTE KILIMANJARO Y ZANZÍBAR (TANZANIA)
La migración anual de ñus en el Serengeti de Tanzania y el Masai Mara de Kenia podría llamarse «el mayor espectáculo animal del planeta», cuando diez mil ñus y cebras migran hacia pastos más verdes con el cambio de estación, seguidos de leones, guepardos y otros depredadores que esperan la oportunidad de matar a los más débiles.
Tras esta emocionante experiencia de safari, el cercano monte Kilimanjaro, con sus 5.892 metros (o 19.331 pies) el pico más alto de África, le espera para vivir la aventura de su vida. Aunque no hace falta ser un escalador experto para conquistar la montaña (basta con estar en forma), no hay que tomarse a la ligera la agotadora ascensión, que dura al menos 5 días. Después, podrá recuperarse en las arenas blancas como el azúcar y bordeadas de palmeras de Zanzíbar, la isla tropical de las especias de Tanzania.
Yuniet Blanco Salas